3 de julio de 2017

Hace unas semanas pudimos disfrutar en el edificio de Las Cigarreras en Alicante, del Mercado del Diseño. Este evento se encuadra dentro de un gran abanico de actos y actuaciones socio – culturales que han puesto en valor un edificio que hace tan solo unos años estaba en total ruina.

El edificio de las Cigarreras es un claro ejemplo de la arqueología industrial alicantina ya que se trata de un edificio de finales del s. XIX que se ha restaurado para darle una finalidad acorde a sus dimensiones y posibilidades. En Ibi tenemos tres edificios de las mismas singulares características: el Molí de Paper de mediados de s. XIX; la Fábrica Rico y la Fábrica Payá, ambas de principios del s. XX. Tenemos la suerte de conservar todos estos edificios prácticamente íntegros, mientras que en la mayoría de las poblaciones tan sólo quedan las chimeneas de estos antiguos edificios.

El proyecto socio – cultural alicantino nos ofrece una serie de actividades y posibilidades que dan una utilidad a este edificio, a la par que sigue viva una parte de la historia de la capital de provincia. Conciertos, asambleas, mercados de emprendedores, solidarios, exóticos, teatro, exposiciones… se suceden en los meses del año en el que tenemos además el aliciente de que el tiempo no es una dificultad para su realización al ser un espacio cerrado lo suficientemente amplio para estas actividades.

En Ibi tenemos, como ya he comentado, estos tres edificios de similares características. En el caso del Molí de Paper, nos encontramos con una edificación que necesita una restauración prácticamente completa, y en la que se está demandando un proceso participativo en el que nosotros ya hemos realizado nuestra propuesta de trasladar allí el Museo de la Biodiversidad por sus características y su ubicación.

La Fábrica Payá, que todavía no ha sido rehabilitada en su conjunto, está siendo infrautilizada por el gobierno del PP desde el 2003, al dejar de lado uno de los proyectos museográficos, museísticos y, sobretodo, turísticos como es el Museo Valenciano del Juguete que incluye una superficie mayor de exposición, ya que muchos de los fondos permanecen en cajas por falta de espacio, que cuenta con la fabricación de réplicas de juguetes, biblioteca temática, sala de conferencias, tienda,…De llevarse a cabo este proyecto tan singular, se convertiría en un referente a nivel nacional.

Y por último, encontramos el edificio más antiguo del complejo que conformaba la Fábrica Rico, que está totalmente restaurado. Cuenta con unas dimensiones lo suficientemente amplias para el desarrollo de actividades socio – culturales, turísticas y empresariales que nos permitiría mostrar y desarrollar el enorme potencial ibense.

Contamos con un tejido industrial, asociativo y cultural de una enorme capacidad y que nos ofrece un amplio abanico de posibilidades a tener muy en cuenta siempre que nos creamos las posibilidades, aptitudes y actitudes de la ciudadanía ibense.

 Muchas veces el problema no radica en la falta de opciones, sino en la actitud y altura de miras. Si no creemos, no evolucionamos. En los años 80, en plena crisis, creímos y hemos recibido un premio al desarrollo por ello y disfrutamos de las consecuencias positivas de aquellos pasos valientes. Ahora es el momento de seguir creyendo en nuestras capacidades.

Sergio Carrasco Martínez
Concejal del Grupo Municipal Socialista de Ibi

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