El martes pasado, el grupo parlamentario popular, en sintonía con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, rechazó por dos veces consecutivas adoptar medidas de control del gasto administrativo y para combatir la crisis económica. Las medidas propuestas consistían en congelar los salarios de los altos cargos de la Generalitat, racionalizar el gasto público y revisar el sistema de financiación autonómica. Según los populares, rechazaban las medidas porque eran “el chocolate del loro” y porque, de acuerdo con el guión, la culpa, toda la culpa de la crisis, es del Gobierno central.
Cristina Moreno, portavoz socialista de Economía, denunció cómo al PP “le encanta la crisis” para cargar las tintas contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, pero es incapaz de asumir su parte de responsabilidad, siquiera son capaces de dar ejemplo. Moreno defendió esta propuesta idéntica a la que Javier Arenas, secretario general del PP andaluz, presentó hace unos días ante el parlamento de la Junta de Andalucía.
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