Por Gonzalo Milla
El último atentado en Irak ha supuesto 155 muertos y más de 600 heridos, estas consecuencias son parecidas a las del los atentados de Madrid y Londres.
Aquella guerra criminal y llena de engaños provocada por el trío de las Azores, ha costado la vida a miles de inocentes, niños, mujeres, embarazadas y ancianos. ¿Qué dirá el Sr. Aznar al ver estos hechos tan salvajes?, ¿se le revolverá la conciencia por ser uno de los responsables de todo este terrorismo?
Todos estos centenares de miles de personas también eran seres humanos, también tenían derecho a la vida y la han perdido por el designio de unos provocadores que orgullosamente se fotografiaron en las Azores antes de llevar a cabo este holocausto.
Cuando un periodista le pregunta al Sr. Aznar por qué encabeza una manifestación contra el aborto, responde que lo hace por el derecho a la vida. ¡Qué desfachatez! ¿Para él, los muertos de Irak serán marcianos?, ¿los considerará animales?
Al terminar esta manifestación, al igual que pasa en tantas otras, tan politizadas, el Sr. Rajoy sale pidiendo a Zapatero que escuche al pueblo. En esto tiene la razón, el presidente del gobierno, sea quien sea, tiene el deber y la responsabilidad de escuchar al pueblo y responsabilizarse de todos los problemas del país. Pero creo que el Sr. Rajoy no pensó muy bien lo que dijo, ya que, si hace un poco de memoria, cuando su partido gobernó, todos los diputados del Partido Popular votaron a favor de esa guerra, de esa masacre, sin escuchar lo que decía el pueblo, ese pueblo que ahora tanto veneran y que en ese momento se lo pasaron por el “pito del botijo”. Piden a los demás lo que ustedes no tuvieron gallardía de hacer, escuchar al pueblo, a los españoles, esos que ahora y en aquel momento éramos los mismos.
