El viernes pasado un grupo de gente comprometida, valiente y divertida tuvo a bien presentarnos de la mano de ADIBI una obra teatral en el Centro Cultural de la villa, “Mi guerra en el bar” de Pedro Rubio.
Me hubiera gustado hacer este artículo antes, pero la verdad es que me ha sido totalmente imposible . Este proyecto merece todo mi reconocimiento y aplauso ya que me sorprendió muy gratamente que, aunque lógicamente mejorable en algunos aspectos y partiendo de la premisa de que prácticamente todos pisaban por primera vez un escenario, la obra merece muchos elogios para la dirección, la interpretación y muy especialmente para el autor.
La obra contaba con todos los ingredientes y recursos dramáticos para conseguir divertir, captar la atención durante todo el espectáculo y trasladar al público asistente una reflexión comprometida con las barreras arquitectónicas a las que se enfrentan día a día muchos dependientes, dificultando su socialización e integración vital en nuestra sociedad.
La colaboración especial de David Garrido, que borda un popurrí de monólogos muy bien escogidos para la ocasión, atrapa toda la atención durante más de media hora. David no sólo cultiva un talento natural para la comedia, también se defiende cómo gato panza arriba con todo tipo de personajes, como ha venido demostrando desde hace tiempo.
La dirección consigue un ambiente creíble que te introduce en un bar donde los figurantes se toman muy en serio su papel, evitando distraerse de su cometido. El autor mezcla la comedia y la tragedia en el conflicto dramático con mucho acierto, utilizando un lenguaje coloquial sin extremos ni rimbombancias, encajando todas las piezas (el monologuista, el grupo que irrumpe atropelladamente en el bar, el insensible amo del bar, el camarero argentino) con el tema central sin esfuerzo añadido.
El autor no busca la mirada lastimosa de las consecuencias de un trágico accidente, ni la trascendencia emocional de los personajes, simplemente nos cuenta una historia y nos dibuja un escena para hacer visible lo que muchos no vemos cuando nos relacionamos, reímos, compartimos, etc, con armonía y sarcasmo.
Mi más sincera enhorabuena a todos los actores que se esfuerzan al máximo en su interpretación, al autor por su talento, valentía y compromiso con el teatro y con las personas dependientes, a David por su profesionalidad y a la asociación ADIBI que siempre esta apostando fuerte, haciendo amigos y proponiendo actividades y proyectos para sensibilizar a la sociedad , que buena falta nos hace.
Que Susanita, muy liada toda la semana para escribir 5 lineas, si es que aun cobrais poco los politicos.
Para liado tu jujur, no has llegado a una linea y media. Gracias por la gracieta.