14 de noviembre de 2014 

Se cumple un año desde que los grupos de la oposición en Ibi propusiéramos una moción de censura en Ibi, solución que se vio frustrada con el pacto PP- CDL.

La dimisión obligada de Maite Parra facilitó a Rafael Serralta investirse como alcalde, encabezando un gobierno que, aunque con buenas formas, sigue en gran parte la política de la improvisación y el nulo interés por la búsqueda de consensos y debates de su antecesora.

Las denuncias presentadas por el Partido Socialista en 2010 ante la Fiscalía anticorrupción para esclarecer lo sucedido en los tiempos de Parra y Agüera han supuesto un coste muy alto para nuestros bolsillos (concejales y militantes socialistas), pero afortunadamente han derivado en todas las imputaciones y consiguientes dimisiones de los “artistas” del Partido Popular. Seguirían con sus “manejos” a día de hoy de no haberlos denunciado.

Cuando en febrero pasado se levantó el secreto de sumario, el PP decidió que el Ayuntamiento se personara en el caso, es decir, adherirse a nuestra denuncia con el dinero de todos los ibenses. Esto y la farsa de la Comisión de Investigación es todo lo que están haciendo por intentar aclarar las presuntas corruptelas de sus mentores.

Pese a esto, el dúo PP-Juan Valls nunca ha apoyado ningún expediente que suponga exigir responsabilidades a sus antiguos compañeros. Rehusan respaldar nuestras propuestas encaminadas a que aquellos que tomaron decisiones lesivas para Ibi paguen las consecuencias con su dinero y no con el de todos.

El PP y Juan Valls  ignoran o rechazan las propuestas socialistas hasta que se genera presión social por denuncias públicas o por la aparición de fotos que dejan en evidencia su deficiente gestión. Entonces es cuando hacen caso de esas iniciativas pero intentando apropiárselas, como si aquello que los grupos de la oposición y los colectivos ciudadanos llevamos años reivindicando se les hubiera ocurrido a ellos de repente. Sirva de ejemplo la reapertura del Museo del Juguete que ellos cerraron, la ampliación del servicio de autobús urbano que hasta hace unos días decían que era inviable, la remodelación de plazas que han abandonado a su suerte, el arreglo de la cubierta de la antigua fábrica Paya que propusimos hace unos meses y que el PP ignoró, la rehabilitación del Estadio Climent que llevamos exigiendo años y años, la ampliación y rehabilitación integral del Centro de Educación Especial Sanchis Banús que nunca llega, ect. Ahora, antes de elecciones, lo que para el PP-Juan Valls era imposible se vuelve factible por arte de magia.

Mª Amparo Pina y Sara Díaz, que son las que realmente “cortan el bacalao”, no cuentan con nadie para tomar decisiones que afectan a los bolsillos de todos los ciudadanos. Como ejemplo, han tomado la decisión de gastar gran parte de una subvención de la Diputación en una rotonda a la entrada de Ibi por Alcoy, mientras que la Plaza de la Iglesia o la cubierta de la Fábrica Payá peligran. Deben pensar que las rotondas son muy productivas electoralmente.

La columna vertebral del programa electoral socialista para las próximas elecciones será la participación ciudadana real. Todos los ciudadanos ibenses podrán votar en qué se invierte el dinero público, adaptándonos a las nuevas tecnologías para que la votación se pueda realizar desde casa, con planificación y con todas las garantías de que estas propuestas ciudadanas no caigan en saco roto.

Susana Hidalgo

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