Según la física, el espacio que ocupa un cuerpo no lo puede ocupar otro al mismo tiempo y eso fue lo que sucedió el pasado sábado 24 de enero en el debate sobre la crisis en Radio Ibi.
Inicialmente fui invitado y acepté. Más tarde y a causa de una descoordinación en la que no entro y de la que nada tengo que ver, comprobé que habían cinco personas invitadas y sólo espacio para cuatro. De los cinco yo era el único que no formaba parte del reciente “Pacto por el Empleo”, formado por la Patronal, CCOO, UGT y el Ayuntamiento. Ante esta situación, se me sugirió otra solución; que mi intervención fuera telefónica. Sin estar satisfecho, decidí colaborar en la resolución de un error humano que tampoco convenía exagerar. Sabía que no era algo personal.
El hecho que no estoy dispuesto a aceptar es que se diga que yo decliné la invitación o que delegué en otras personas, máxime cuando ya hay alguna persona con intereses políticos que están intentando utilizar esa interpretación parcial del suceso.
Quiero repetir que no decliné la invitación, no delegué en nadie y mi voluntad era asistir presencialmente.
Considero que estas palabras deberían ser ratificadas por las personas responsables del debate que, si bien creo que no debe exagerarse el hecho de la descordinación en las invitaciones, deben aclarar cual fue mi postura y las verdaderas razones de mi ausencia en los estudios.
Antonio Martos Bueno