6 de junio de 2016
El 17 de diciembre pasado, en plena campaña electoral de la “primera vuelta”, nos sorprendía una noticia referente a la Casa de los Reyes Magos: “El Ayuntamiento de Ibi pone en marcha una ronda de contactos con empresarios, de cara a obtener recursos económicos que permitan la apertura de la Casa de los Reyes Magos; un proyecto apoyado por el Instituto Tecnológico del Juguete-AIJU y la Asociación Española de Fabricantes (AEFJ), así como la Asociación de Reyes Magos”.
Este proyecto, que se completa con el Centro de Pruebas ubicado en la Fábrica Rico, se construyó a cargo del “Plan Confianza” de Francisco Camps, con un presupuesto de adjudicación de 1.394.875 euros, de los que los ibenses aportamos 500.000 euros.
Han pasado seis meses desde esa noticia y la Casa de los Reyes Magos sigue cerrada y, si las malas lenguas no mienten, a pesar de las escasas lluvias, la “Casa de los Mágicos Personajes” tiene goteras. El despilfarro y la mala gestión del PP no pueden justificar dejar que lo invertido vaya cayendo, para que en un futuro, de nuevo, gastemos un pastizal en arreglar aquello que dejamos caer. Algo habrá que hacer, para que las goteras no vayan comiéndose poco a poco, despacio pero sin pausa, el millón y pico de euros invertidos.
La decisión y celeridad no son cualidades que caracterizan al gobierno de Rafael Serralta. Algunos apelan a la prudencia y otros y otras, lo identifican como “poca espenta”. La suma de Nicolás Martínez al gobierno del PP como delegado del Área de Industria y Patrimonio, de momento, no ha dado los frutos esperados.
Y ahora la pregunta: ¿qué haría yo? No dejaría de buscar financiación para este proyecto, porque querámoslo o no, ya hay una inversión hecha y es un proyecto a explotar que puede crear puestos de trabajo.
Paralelamente a ello, y entre tanto se consigue esa financiación, dotaría de contenido, con el menor coste posible, esta infraestructura para celebración de exposiciones, actividades, etc., de manera que hubiese un mantenimiento que evitara su degradación.
Las casas mueren cuando no se habitan. La de los Reyes Magos también, por mágicos que sean estos.
Susana Hidalgo
Yo creía que seria la sede local del PP