10 de diciembre de 2014
Ya hace más de un año que Maite Parra cayó del pedestal donde la situó el pueblo con el apoyo incondicional de sus compañeros de partido, los que hoy continúan su legado, los mismos que reniegan de ella con la boca pequeña, los que pretenden crear un muro de la vergüenza entre un gobierno liderado por un presunto nido de sinvergüenzas y el gobierno actual liderado por el siempre sonriente Rafael Serralta.
Dos gobiernos que son el uno la continuación del otro, o más bien el gobierno actual es el mismo pero con otras caras, el mismo PP pisoteador de derechos que pretende llegar impoluto a las próximas elecciones enterrando en cal todo lo acontecido. Para salvar la imagen han ideado una comisión de investigación para investigarse a sí mismos, y procuran no aparecer junto a Maite Parra, por lo menos en público, a pesar de que ella sigue siendo diputada en las cortes valencianas. Si faltaban más incongruencia a este gobierno, cuentan con la lealtad absoluta de Juan Valls, el hombre que se representa a sí mismo hasta que encuentre un partido nuevo que lo rescate del limbo. Un “político con gran trayectoria” muy útil para que el PP continúe gobernando como si aquí no hubiera pasado nada.
Federico López, el gran esbirro de Mayte Parra durante siete años, compatibilizaba sus funciones como fedatario público del ayuntamiento con las de letrado defensor del ayuntamiento. Es decir, era el secretario del ayuntamiento, aunque sólo atendía al PP, era el asesor legal preceptivo jurídico del equipo de gobierno del PP. Desde 2011 Rafael Serralta, Sara Díaz y Mª Amparo Pina ya formaban parte de este gobierno aunque quieran olvidarlo, o más bien que lo olvide el electorado, además llevaba la defensa del ayuntamiento frente a las denuncias de las empresas que se han sentido perjudicadas durante estos años de terrorismo político en Ibi, y por todo ello ganaba una buena pasta, más de 100.000 euros aparte de su sueldo.
Como ha pasado con todos los capos de la mafia cuando han caído en desgracia, sus esbirros más leales y cercanos caen meses después al vacío con la misma inercia que cayó su mentor. El secretario del ayuntamiento que se procuró el partido popular, con Maite Parra de alcaldesa, ha caído también del rico panel de miel. Al caer ha caído en la cuenta de que el ayuntamiento le debía 50.000 euros, y como le cuesta poco denunciar, denunció al ayuntamiento para cobrarlos, pero la justicia le ha parado los pies. El juez en su auto señala que “la administración no adeuda nada al recurrente, sino que es el actor quien debe abonar el exceso abonado en su día como anticipo de nómina, cuyo requerimiento ha resultado infructuoso”, nada más y nada menos que 10.000 euros que cobró anticipadamente.
Desde la bancada socialista nos hemos dejado la voz denunciando tanta sinvergonzonería, pero no hay más ciego que el que no quiere ver. Ahora, Rafael Serralta y su equipo, ya quieren ver, y desprenderse de los esbirros que recuerdan un pasado muy feo, y ver cómo llegan a las próximas elecciones sin hacer demasiado ruido, sólo sonriendo. Aún quedan varios esbirros, pero son muy hábiles y útiles.
Susana Hidalgo
Un proverbio árabe, dice. Siéntate en el portal de tu casa i verás pasar el cadáver de tu enemigo.
En este símil añadiría y cambiaría, enemigo por adversario.
Acaso lo de enemigo se le puede adjudicar por enemigo/a del pueblo de IBI.
Los intereses públicos,les interesan ¿un carajo?.
Señora Hidalgo, más vale que te preocupes de la caída del tripartito al que Nicolás ya ha abandonado porque era es y será un chaquetero, ahora “lameculos” de nuevo del pp con el que ya gobernó y, deja de mirar hacia atrás, porque tres veces seguidas ganó Parra y de nuevo sus esbirros sonrientes ganarán.Entonces su sonrisa continua falsa y sardónica pasará a ser carcajada y tu cara un poema. No olvides que Los pupilos de la lideresa “triunfante e invicta” a pesar de estar descabezados siguen gobernando y sonriendo.
Alcalde sonriente poco gobernante.